En el artículo de hoy os queremos hablar de la fisioterapia respiratoria y de una de las enfermedades respiratorias con mayor afectación en la actualidad.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad respiratoria de gran prevalencia. Supone el 10% de las consultas de Atención Primaria y el 35% de las consultas de neumología. Se define como enfermedad prevenible y tratable, que está caracterizada por síntomas respiratorios y limitación del flujo aéreo persistente. Esto se debe a anomalías en las vías respiratorias o alveolares causadas generalmente por una exposición importante a partículas o gases nocivos (como por ejemplo el tabaco).
Aunque la EPOC afecta a los pulmones también produce consecuencias sistémicas significativas como son disfunción muscular periférica, disfunción muscular respiratoria, disfunciones cardíacas, alteraciones nutricionales, enfermedades esqueléticas, déficits sensoriales y alteraciones psicosociales. De ahí radica la importancia de hacer una intervención lo más temprana posible desde un equipo multidisciplinar (neumología, enfermería, rehabilitación, fisioterapia…).
Pero… ¿qué es la rehabilitación respiratoria? La American Thoracic Society (ATS) y la European Respiratory Society (ERS) han definido la rehabilitación respiratoria como “una intervención multidisciplinaria y global que ha demostrado ser eficaz desde la perspectiva de la medicina basada en la evidencia para los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, que a menudo han disminuido las actividades de la vida diaria”.
Dentro de estos programas de rehabilitación entra a formar parte la fisioterapia respiratoria, cuya finalidad es facilitar la aclaración mucociliar, optimizar el patrón de la ventilación, mejorar la movilidad de la caja torácica y conseguir la desensibilización progresiva a la disnea.
Por ello, se debe recomendar la rehabilitación respiratoria a todo paciente con una enfermedad respiratoria y con más importancia si se trata de una enfermedad crónica, ya que un abordaje lo más temprano posible repercutirá directamente en una mejoría en su calidad de vida.
¿Qué objetivos podemos trabajar? Son muchos y siempre se adecuan al estado del paciente y a sus necesidades. Entre ellos destacamos:
- Mejorar la capacidad al ejercicio.
- Reducir la percepción de disnea.
- Mejorar la calidad de vida.
- Intervención educacional: enseñanza de una buena higiene bronquial, manejo de las secreciones…
- Disminuir el número de hospitalizaciones y de exacerbaciones.
- Reducir la ansiedad y depresión asociada a estas enfermedades.
Aunque en este artículo hayamos hablado de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), no es la única patología que podemos abordar. Entre otras patologías destacamos la fibrosis quística, cáncer de pulmón, bronquiectasias, enfermedades neuromusculares, asma, síndrome de apnea del sueño…